Terapia Espiritual y Científica

TERAPIA ESPIRITUAL Y CIENTÍFICA

(Artículo escrito por el Dr. Alberto Lukinskas)

Psicotrance

Como médico, desde hace años me dedico a la investigación, aplicada y divulgación de diversas medicinas alternativas, o sea, de sistemas curativos diferentes a la medicina “oficial” o alopática, aunque no opuestos a ella sino complementarios de la misma. Esto me ha permitido conocer y contribuir a sorprendentes curaciones por vías habitualmente sencillas, poco costosas y fáciles de practicar.
Dentro del inmenso panorama de las medicinas alternativas o paralelas, hoy incorporadas en ese nuevo enfoque más "totalizante" que es llamado medicina holística, existe un grupo de técnicas terapéuticas que hacen especial hincapié en los niveles más profundos del ser humano y de la existencia en general que podrían ser denominadas, en sentido amplio, terapias espirituales. Estas introducen en la medicina aquellas dimensiones espirituales y energéticas que aun no habían sido tenidas en cuenta, cuando en realidad son parte fundamental del ser humano.
Otras disciplinas modernas, como la parapsicología, la bioenergética, la antropología y la psicología de avanzada han contribuido a la mejor comprensión de este fascinante campo del conocimiento.
Estos son algunos ejemplos de terapias espirituales: trilogía analítica (Dr. Norberto Keppe), psicología transpersonal, terapia de la reencarnación (Dr. Ian Stevenson, Dr. Karlis Osis, Dr. Morris Nnetherton), terapia de la desposesión o de desobsesión (Dra. Edith Fiore), psicosmointegración (Dr. Alberto Lukinskas), psicoativación (Dr. Mario Berta), psicosinergia (Dr. Carlos Warter), psicotrance (Dr. Elizer . Mendes).
Además de esas terapias espirituales manejadas en un contexto científico, no debemos olvidar otras curaciones- tan valides como aquellas y que viene ocurriendo desde la antigüedad-que se dan en las religiones, en la mística, a través de disciplinas o la meditación o la religión, por curación psíquicas, etc.
En casi todas esas terapias espirituales se manejan temas como estos: estados alterados de conciencia, continuación de la vida mas allá de la muerte o antes del nacimiento, reencarnación, trascendencia, causalidad y gracia, otras dimensiones de existencia, Dios y jerarquía espirituales, influencia de seres espirituales (es decir sin cuerpo físico), moral cósmica, regresión de memoria, experiencias extracorporales (“viajes astrales”), etc.
Una de las terapias espirituales que más impacto ha tenido es la psicotranceterapia, o más simplemente, psicotrance. Fue desarrollado por el medico brasilero Dr. Eliécer C. Mendes, a partir del estudio de las religiones mediúmnicas, es decir, aquellas que utilizan mediums- o sensitivos, como dice la parapsicología hoy-tales como el candomblé, la umbanda, el espiritismo Kardecista, etc. El Dr. Mendes, oriundo de Bahía, pudo estudiar ampliamente en este lugar – verdadero foco de esas religiones-y luego en otros sitios, la numerosa fenomenología que se produce en los terreiros o en las sesiones, inclusive curaciones, tratando de ver si existía una explicación científica. Así, luego de muchas investigaciones y practica de lo que llamo parapsicología clínica, llego a metodizar el psicotrance. Es una terapia destinada a trastornos síquicos o mentales de todo tipo (neurosis, psicosis, etc.) y para comprender mejor muchas interrogantes fundamentales de nuestra vida; también se aplica a trastornos disrítmicos como la epilepsia esencial o el asma, y aun para muchos otros problemas.
Parte de la idea de que “todo enfermo mental es un sensitivo desajustado”, o sea una persona que tiene P.E.S.-percepción extrasensorial- desarrollada, pero sin control de la misma: por eso en dicha persona la telepatía, la clarividencia, la precognición y las otras manifestaciones de la P.E.S. se dan irregularmente, en forma caótica.
A través de una metodología simple, se enseña al paciente a controlar esa sensibilidad, e incluso a utilizarla en bien de los demás. De ese modo se produce el equilibrio energético, aun a niveles muy profundos, y la curación correspondiente. Ese seria el “psicotrance directo”. Otro modo de actuar, más rápido, es el “psicotrance indirecto”, a través de sensitivos (“mediums”) previamente entrenados. Estos pueden ser ex-pacientes que han sido curados por el psicotrance y así transformadas de enfermos en sensitivos, o mediums provenientes generalmente de religiones mediúmnicas, o personas que por motivos diversos ya poseen P.E.S. desarrollad. El psicotrance indirecto se realiza poniendo en contacto al paciente con el sensitivo entrenado- dentro de un equipo terapéutico (sensitivo, psicólogos, medico)- y este rápidamente, por captación y transidentificación (“incorporación”) manifiesta verbal o gestualmente los contenidos psíquicos absorbidos del paciente. Estas sesiones son diagnosticas y terapéuticas a la vez. Permiten determinar la existencia de lo que el Dr. Mendes denomina P.S. y P.I. La P.S. o personalidad subconsciente será la manifestación de la introducción en el campo psíquico del paciente de “personalidades” ajenas él (obsesión, posesión, magia negra, etc.).
A través de varias sesiones, individuales o grupales, los síntomas (angustia, depresión, fobias, alucinaciones, agresividad, etc.) van disminuyendo y desapareciendo, y se logra el equilibrio, la armonía, la salud.
En estos momentos, el Dr. Mendes continua desarrollando en Brasil esta interesantísima terapia, de enorme futuro, siendo visitando por médicos de todo el mundo que viene a conocer el método. He estado con el varias veces, así como también con el Prof. Endes Alves, director del CEPAL (Centro de Estudios Parapsicológicos de América Latina) quien también viene desarrollándose este método en San Pablo, junto a su esposa, la excelente sensitiva Lardinha.
En ocasión de este primer numero de esta Revista, dejo mi saludo fraterno para ella, y a través de la misma hago una invitación a todos aquellos médium que deseen colaborar en estas interesantes investigaciones, a formar parte del equipo de sensitivos que se está organizando. Este trabajo es una demostración de que la ciencia y la espiritualidad pueden marchar unidas, colaborando mutuamente, y es, también, y por sobre todo, una tarea de servicio y de Amor al ser humano.