El mensaje para este planeta es universal: Es el momento de defender la vida, es el momento de devolver a los elementos todo lo que les pertenece. En otros mundos se llevan a cabo discusiones, no solamente sobre ustedes sino también sobre otros mundos de la categoría de ustedes. ¿Qué vida defender? ¿La vida humana o la vida en el planeta? Ambas son importantes, no podemos menospreciar ninguna, pero sí debemos defender a aquellos que no pueden defenderse por sí mismos. Por eso estamos aquí en vuestro planeta: Para que tomen conciencia, para que puedan abrir sus ojos y ver a su alrededor. El mundo no está en cambio, el planeta donde ustedes están parados está muriendo.
Es necesario que abran sus conciencias y sus corazones para devolver la energía a los elementos. Esos [momentos] innecesarios en los cuales luchan, sufren u odian, son energía que quitan a los elementos. Lo simbólico, los poderes... cuántas cosas que el humano tiene que en realidad no necesita. Cada estructura que se le ha quitado a los elementos, hoy los elementos luchan para re-obtenerlo. Hemos venido a defender ambas vidas, pues el ser humano ha depredado mucho. Pero cuando los elementos se sublevan, el ser humano no tiene con qué detenerlos. Entonces ambas vidas a nosotros nos vuelven a la acción. No es necesario llevar esas luchas permanentes, no es necesario separarse de aquello que vive en conjunto, ¿cómo podemos separar el fruto de su árbol? No se puede. Porque el fruto no sería fruto si no es a través de un árbol.
Necesitamos de ustedes. Necesitamos del despertar en la conciencia colectiva. Realmente no nos interesan sus ideologías, sus sentimientos, o las estructuras que tengan. Hemos visto a lo largo del planeta que no importa la religión o la política, todos hacen lo mismo. Eso los lleva a una categoría de igualdad en la actitud frente a los elementos. Por eso los elementos no discriminan: Grandes o pequeños, o de cualquier color sea su piel.
Necesitamos que puedan tener paz para seguir creciendo. Sólo obsérvense, observen su tamaño físico frente al tamaño de su mundo. Es una lucha desigual, ustedes saben que están perdiendo. Dejen de luchar, busquen la paz, la armonía. Nuestra acción ya casi no alcanza para mantener el equilibrio en su mundo. Necesitamos de ustedes para detener este proceso.
El mensaje es uno solo. Cada religión, cada política, lo ha recibido. No existe gobierno que no sepa, que ignore este mensaje. Lo que necesitamos es que ahora cada ser humano, sin importar su nivel social, sepa.
Esta información que llega a ustedes hoy, fue dada a los gobiernos de su mundo en el año 1910. Por eso necesitamos que ahora ese bloqueo termine. Quizás hemos equivocado el camino, no debimos hablar con las cúpulas de su poder, sino que debimos hablar con aquellos que realmente tienen el poder en sus manos, que no son los que gobiernan. Les pedimos humildemente su ayuda, para crear la fuerza que sea un conjunto, en todas las dimensiones de conciencia, para rescatar lo que aún se pueda de la vida de este mundo. Sabemos que muchos de ustedes no pertenecen a este mundo, sabemos que muchos de ustedes pensaron en algún momento que no importaba, pues sólo volverían a donde realmente pertenecen. Pero yo, Metatron, les pregunto: ¿Qué sentirán si dentro de cien años pasan por este lugar y en lugar de ver un planeta vivo sólo ven desolación? ¿No recordarán los momentos felices que vivieron aquí, y ahora ya los tendrán? Vale la pena luchar.
Entonces es momento de ser realistas, si realmente quieren serlo. Aquellos que realmente tienen el poder son ustedes. El poder para cambiar. Los elementos lo que necesitan es ser sanados.
Es necesario que ustedes dejen de esclavizar a los elementos. ¿O el fuego sólo es necesario cuando hay frío? ¿El viento sólo es necesario cuando se necesita respirar? Entonces, deben darse cuenta de que todos los elementos son necesarios en todos los instantes de la vida y que no son sus esclavos, y ustedes tampoco son esclavos de ellos. Son conjunciones de vidas que deben equilibrarse y armonizarse para vivir en paz.
Si cada uno de ustedes tuviera unos minutos para hablar con los elementos, quiero darles los ejemplos de antiguas tribus de su propio planeta: Levantabas altares a los elementos para tener diálogos no sólo individuales sino comunitarios, en donde encontrar posibilidades de mejores cosechas, de más paz en el pueblo, de menos catástrofes. Y realmente había un diálogo, realmente había un intercambio.
Si cada uno de ustedes tuviera en un lugar de su casa los elementos y dialogara con ellos ejerciendo la sanación a través del intercambio sano, entonces la paz podría reinar en este mundo, y el sufrimiento dejaría de ser una realidad.
Para aquellos que defendemos la vida, la dualidad no es ningún problema. Es mantener la vida lo que realmente lleva un esfuerzo y todo el poder del amor. Por eso la dualidad está dejando de serlo, porque está despertando los verdaderos valores. No aquellos arcaicos valores de conceptos fundamentalistas que marcaban actitudes a seguir, y sumisión tonta e inepta. Ahora muchos seres están despertando a algo que es superior a lo bueno o lo malo, y que es la vida.
Probablemente este mensaje sea radical. Pero ya no existen muchos tiempos. Probablemente otras personas puedan seguir esperando para que alguien venga a hacer la diferencia. Pero los que servimos a la vida no podemos esperar, la vida es urgente, es ya. Ustedes son vida, y cuando ustedes necesitan ayuda lo que piden es urgencia. Entonces los elementos también son vida, y ellos también necesitan urgentemente. No se puede seguir dilatado la solución, y eso todo ser medianamente inteligente se da cuenta. No es crear instituciones lo que llevará a una solución... es crear conciencia.
Dar una figura, como ustedes dicen, a un movimiento, no es importante, porque lo importante es el movimiento en sí mismo. No importa si es legal o ilegal en su mundo, lo importante es lo que se logre a través de él. Muchos seres humanos pierden años esperando dar una legalidad a algo que es urgente, que es ya, que es necesario para ayer. La revolución es eso: es hacer lo que se necesita hacer en el momento adecuado, sin esperar la aceptación de todos.
Nuestra presencia, sabemos, no es aceptada por todos. Pero nosotros tenemos nuestra misión y la cumpliremos. En algún momento, si no se toma conciencia, deberemos tomar decisiones. Necesitamos de ustedes para no llegar al extremo. No es necesario. Ustedes, nosotros, y ellos, lo sabemos.
La conciencia a despertar es individual, y la suma de esas individualidades da como resultado el destino.
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